MÉXICO - Tomaron las ollas, los sartenes y los cucharones para hacerse escuchar: eran cocineros, meseras, dueños y empleados de los restaurantes de la capital mexicana, quienes aseguran que la pandemia los ha puesto al borde de la quiebra.
"A estas fechas los restaurantes ya acabaron con los pocos ahorros que tenía, que incluso parte de esos ahorros fueron utilizados para adecuar con medidas sanitarias", dice Mirella Velasco, dueña de un restaurante.
Los representantes de esta industria aseguran que de marzo del año pasado a la fecha han cerrado en esta ciudad y en el Estado de México al menos 13,500 establecimientos de este tipo y se han perdido más de 450,000 empleos.
Hasta ahora los restaurantes funcionaban dando solamente servicio para llevar o a domicilio, pero con moños negros anuncian que ante la crisis que están viviendo ya no pueden más.
Con la leyenda “#AbrirOMorir”, los restauranteros anticiparon que retomarían el servicio en sus mesas este 11 de enero porque de otra manera, dicen, sería una condena.
"Que nos dejen trabajar porque ya nuestros negocios están insustentables, ya no tenemos de donde sacar dinero", dice la cocinera Minerva Briones.
Algunos clientes, como Jaquelín, no dudaron en consumir en los locales para apoyar a los afectados.
"Las medidas fueron necesarias, son las que siempre han solicitado como tal y pues me siento segura y limpia, no tengo problema de venir", dice Jaquelín.
En respuesta a las demandas, la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum aseguró que condonarán impuestos a los afectados, habrá descuentos en las rentas y diálogo.
"No vamos a llegar nunca a la confrontación”, aseguró Sheinbaum.
Pero los manifestantes aseguran que están desesperados, al igual que miles de comerciantes de ropa que se unieron a la protesta sacando a las calles su mercancía.