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Investigaciones indican que encontrar restos de vida en Marte va a ser “más difícil de lo esperado”

De hecho, la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y otras instituciones están ya trabajando para traer muestras de Marte a la Tierra.

Imagen de "Piedra Roja", en el Desierto de Atacama (Chile), donde se ensayan procedimientos e instrumentación para la búsqueda de restos de vida en Marte. Fotografía cedida por el Centro de Astrobiología (CAB).
CAB/EFE

MADRID - Los trabajos de investigación que han realizado expertos del Centro de Astrobiología sobre un antiguo lecho fluvial en el desierto de Atacama (Chile) sugieren que encontrar restos de vida en Marte va a ser más difícil de lo esperado.

Y es que los actuales instrumentos de detección de vida en Marte, y otros que van a ser enviados pronto, podrían no ser lo suficientemente sensibles para encontrar vida en el planeta rojo, según han comprobado investigadores del Centro de Astrobiología (CAB), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y del Instituto nacional de Técnica Aeroespacial (INTA).

En el estudio, cuyas conclusiones se han publicado en la revista Nature Communications, el investigador Armando Azua-Bustos, investigador del CSIC en el Departamento de Planetología y Habitabilidad del CAB, junto a un grupo internacional de investigadores, sugieren que, dependiendo del tipo, las potenciales evidencias de vida en Marte podrían ser difíciles, si no imposibles, de detectar con la actual generación de instrumentos.

Los investigadores han descrito un nuevo análogo de Marte en el Desierto de Atacama, llamado "Piedra Roja", ubicado en el norte de Chile, y todos los datos indican que se trata del remanente de un antiguo delta fluvial que se formó bajo condiciones áridas en el Jurásico, hace más de 100 millones de años.

Además de encontrar que "Piedra Roja" está formado por una variedad de sedimentos intercalados de areniscas y arcillas propios de un lecho fluvial, los investigadores determinaron la abundante presencia de hematita, un óxido de hierro que es el que le da a Marte su característico color rojo.

Allí han encontrado un lugar que geológicamente se parece mucho a los que está explorando el robot Perseverance de NASA, y han descubierto además que en "Piedra Roja" existe una variedad de microorganismos muy difíciles de clasificar, y han propuesto el término “Microbioma Oscuro”, por analogía con la "materia oscura" que hay en el Universo.

En "Piedra Roja" también se encontraron una variedad de “biofirmas” (sustancias que pueden indicar la presencia de vida en un lugar), al límite de detección de los instrumentos que se pueden encontrar en un laboratorio de investigación.

A los 14 años Rogerio López Espejel emigró junto con su familia, de su natal Teotitlán del Valle, en el estado de Oaxaca, sur de México, para trabajar en los campos agrícolas de Estados Unidos.

“Lo notable fue que al usar una variedad de instrumentos que están en Marte o van a estar próximamente" ha indicado Azua-Bustos, “y dependiendo de la biofirma que se buscaba, varios de estos instrumentos apenas pudieron detectarlas, o simplemente no fueron capaces de hacerlo”.

Estos hallazgos, según ha señalado el CAB, revelan la importancia de traer muestras de Marte a la Tierra, con el fin de utilizar las más potentes técnicas de detección disponibles en los laboratorios.

De hecho, la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y otras instituciones están ya trabajando para traer muestras de Marte a la Tierra.

“Es muy importante contar con modelos terrestres lo más parecidos a Marte posible para entender cómo se han conservado las distintas biofirmas y poner a punto los procedimientos y la tecnología para encontrarlas”, ha señalado el investigador Víctor Parro, coautor del trabajo.

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