Luchan por su vida y contra la deportación

Una familia de Arizona pretende evitar que el padre sea deportado a México, pese a estar en coma.

Una familia de inmigrantes en Arizona lucha con todas sus fuerzas para evitar que el padre, quien se encuentra en estado de coma tras un asalto ocurrido en mayo, sea deportado a México.

Según la familia, los directivos del hospital donde se encuentra internado Francisco Javier García son quienes impulsan la deportación a Mexico, pese a que el ahora paciente tiene más de 20 años viviendo en Estados Unidos.

"Lo asaltaron y lo balearon, le dieron 5 balazos", recuerda Silvia Ortega sobre lo ocurrido a su esposo el 22 de mayo.

Ortega dice que su marido ha trabajado muy duro durante 20 años en Arizona y hoy no solo está luchando por su vida, sino también por su permanencia en el estado donde ha vivido esas dos décadas.

"Él está en estado muy crítico, y no puede ser trasladado", insiste Agustín Ortega.

Según la familia, en el hospital Saint Joseph's les indico que Francisco tendría que ser trasladado a México y que ellos debían firmar el permiso para hacerlo. No obstante, se rehusaron porque, según un experto legal que les ha asesorado, con la autorización podrían deportarlo.

"La familia está en una situación en la que prácticamente está siendo forzada a firmar la deportacion de su pariente a su país natal", afirmó Carlos Galindo, de la Agencia Hispana de Servicios Legales.

Telemundo Arizona se comunicó con los directivos del hospital, quienes respondieron a través de un comunicado en el que indican que:

"El hospital está obligado a atender a pacientes sin importar su estatus migratorio o la falta de pago; sin embargo, no está obligado a mantener al paciente por un largo plazo. El hospital St. Joseph's decide el traslado fuera de Arizona solo cuando no tiene más opciones y el paciente puede recibir cobertura médica en otro estado o país".

Sin embargo, para Carlos Galindo, esa acción demuestra falta de corazón.

"Mandar a una persona intubada; en esa condición quieren arrancarlo del hospital donde está sanando. Además de que sabemos que no tendrá la atención médica que puede recibir aquí", dijo el asesor legal.

Mientras tanto, la familia de Francisco continúa su lucha, porque sabe que por delante tienen un difícil camino por recorrer.

No solo buscan salvarle la vida. También desean mantenerlo cerca, si es que se recupera.

"Él ni siquiera está consciente para decidir algo así", dice Lizette García.

"Yo sé que aquí hay mucha ayuda... Entonces ¿por qué? ¿Por qué es inmigrante?", dice la esposa.

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