“Ángela”, la niña de la maleta, recibe sepultura

Su cuerpo abusado estuvo 13 meses en la morgue pero nadie lo reconoció o reclamó

El cuerpo de la pequeña “Angela” estuvo en la morgue varios meses pero nadie lo reclamó.

Sola, como hace más de un año cuando fue encontrada sin vida dentro de una maleta, "Ángela" llegó el lunes a su última morada. La diferencia es que ahora lo hacía en un féretro blanco, rodeado de flores rosas y lilis.

Nadie la reclamó ni identificó durante los 13 meses que permaneció en la morgue, pero ya "Ángela" descansa en un sepulcro propio, lejos de la fosa común que parecía su destino.
Nadie la reclamó ni identificó durante los 13 meses que permaneció en la morgue, pero ya "Ángela" descansa en un sepulcro propio, lejos de la fosa común que parecía su destino.
El cuerpo de la niña de unos dos años fue encontrado en 2015, dentro de una mochila, en una concurrida colonia de la Ciudad de México.
La imagen de la niña, que murió a causa de golpes en el cráneo y que sufrió abuso sexual, fue difundida profusamente en medios para ver si alguien la identificaba.
Las autoridades de la Ciudad de México enviaron imagen y muestras de ADN a todo el territorio mexicano y a países de América Latina, pero nadie la reclamó ni identificó.
El expediente de la niña sigue abierto y, en los 13 meses que permaneció en la morgue, todo el personal se conmovió con su caso y aprendió a quererla.
En el Día Internacional de la Lucha contra el Maltrato Infantil, las autoridades capitalinas rindieron homenaje a "Ángela", como nombraron a la pequeña, antes de darle sepultura.
Tras el homenaje póstumo en el auditorio del Instituto de Ciencias Forenses, la carroza fúnebre con los restos de "Ángela" fueron llevados al parque Memorial, en Naucalpan, Estado de México.
Funcionarios y empleados del Tribunal Superior de Justicia participaron activamente en el adiós a "Ángela".
Los restos de la pequeña "Ángela" fueron depositados en un féretro blanco que muchos ayudaron a trasladar.
El presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Distrito Federal encabezó el cortejo fúnebre, organizado gracias a su iniciativa.
La pequeña niña que pasó su vida entre el maltrato y sola, reunió a más de un centenar de funcionarios, trabajadores judiciales y medios de comunicación en su funeral.
"Ángela ha estado muy sola, ahora procuramos darle un cobijo póstumo que tal vez no tuvo en vida", dijo Elías Azar durante el funeral.
El pequeño féretro blanco destacaba en el parque funeral al que fue trasladado.
Flores blancas, principalmente rosas y lilis, fueron colocadas sobre el féretro.
El presidente del Tribunal Superior de Justicia no cejó hasta lograr que los restos de "Ángela" tuvieran su propio sepulcro.
Los asistentes al funeral atestiguaron cómo fue preparándose el sepulcro final de "Ángela".
La lápida para recordar a "Ángela" fue preparada a manera de homenaje.
Con gran delicadeza, los trabajadores del parque funeral depositaron el féretro de "Ángela" en su sepulcro.
La historia de maltrato y desamor que vivió "Ángela" contrastó con el último adiós que le rindieron sus "nuevos amigos", como se llamaban a sí mismos los funcionarios del gobierno capitalino.
Un sencillo mensaje en honor a "Ángela" queda en su tumba para recordar que su vida no fue en vano.
"Hicimos cuanto estuvo a nuestro alcance en México como en delegaciones diplomáticas con otros países para saber más de ella", recordó el presidente del Tribunal, Edgar Elías Azar.
Por fin, "La niña de la mochila" como era llamada antes de recibir el nombre de "Ángela", tiene una morada segura y propia.
En honor a su nuevo nombre, el sepulcro de la pequeña fue ornamentado con figuras de ángeles.
"Ángela" descansa en paz; sin embargo, la investigación de su caso seguirá abierta.

La pequeña murió como resultado de golpes que recibió en el cráneo y su cuerpo, colocado en una pequeña maleta, fue abandonado en una de la áreas más transitadas de la Ciudad de México, la llamada Zona Rosa, en la Delegación Cuauhtémoc.

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El cuerpo permaneció 13 meses a la espera de que alguien lo reconociera y reclamara, pero nadie lo hizo y tampoco nadie lo identificó, pese a que su imagen fue publicada en diversos medios, donde se le llamaba "La niña de la maleta".

Por ello, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, Edgar Elías Azar, la llamó "Ángela" y reclamó sus restos para evitar que fuese a parar en una fosa desconocida.

El lunes, la pequeña "Ángela" recibió un homenaje póstumo dentro del auditorio del Instituto de Ciencias Forenses, y la acompañaron más de 100 personas entre magistrados, jueces, médicos y estudiantes de ciencia forense, además de Elías Azar y el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.

"Ángela ha estado muy sola, ahora procuramos darle un cobijo póstumo que tal vez no tuvo en vida", dijo Elías Azar durante el funeral.

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"Hicimos cuanto estuvo a nuestro alcance en México como en delegaciones diplomáticas con otros países para saber más de ella", recordó.

La tragedia de "Ángela" conmovió a los magistrados y jueces, ya que su muerte fue resultado de un prolongado maltrato físico, que incluyó hasta abuso sexual pese a sus, asumen, solo 2 años. Pese a que los funcionarios judiciales enviaron su foto y perfil de ADN a todas las fiscalías y morgues del país, no encontraron semejanza con los que estaban disponibles.

Los magistrados de la capital mexicana tenían esperanza de encontrar a la madre de la niña, ya que suponían que también habría sido asesinada. Pero no fue así.

Luego de 13 meses, los nuevos "amigos de Ángela", como se autollamaron los funcionarios y trabajadores del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, decidieron comprarle un espacio en el cementerio y darle una despedida con el cariño que careció en vida.

El homenaje a "Ángela" se realizó justo en el Día Internacional de la Lucha contra el Maltrato Infantil, y el jefe de gobierno capitalino expresó: "Qué ejemplo más claro de maltrato infantil podemos encontrar que este que hoy nos convoca; lo que no quisiéramos ver, ni escuchar, ni saber que acontece en una sociedad como la nuestra, es el ejemplo que hoy estamos aquí despidiendo, pero no olvidando de ninguna manera”.

El cortejo fúnebre acompañó a "Ángela" hasta el parque Memorial en el municipio de Naucalpan, Estado de México, donde Elías Azar cumplió su compromiso de darle un sepulcro y no la fosa común a la que parecía condenada.

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