PHOENIX- Una metástasis ahora empaña su felicidad. Es el caso de Rosa, de 41 años, que jamás imaginó que lo que le detectaron en su seno en el 2015 fuese el inicio de un agresivo cáncer fase tres.
"Me arde mucho el pecho como si estuvieras en tercera quemadura y si te fuerzas poquito se te rompe la piel”.
Son las marcas de una dolorosa enfermedad que invade su cuerpo.
"Me hicieron muchos estudios y resulta que el cáncer había avanzado a los pulmones y al hígado".
"Tenía una bolita en mi pecho y al ano me fui a hacer mi otro mamograma y ahí el doctor me mando a hacer una biopsia. Cuando te mandan a hacer una biopsia es que algo no anda bien".
Le hizo frente al mal con quimioterapias y una mastectomía que le removió parte de su seno izquierdo.
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Y es que a pesar de las campañas de prevención y que los casos disminuyen cada año. La Sociedad Americana contra el cáncer estima que para el 2018 habrá más 256 mil mujeres en los Estados Unidos diagnosticadas con cáncer de seno invasivo.
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Pese al dolor y su difícil situación económica, hoy la motivan sus grandes ganas de vivir y su hijo de 15 años, quien padece de autismo.
Si te interesa apoyar a Rosa Alfaro, te puedes comunicar a este correo: rosaalfaro21@hotmail.com
Para información sobre recursos de apoyo a quienes padecen esta enfermedad puedes consultar este enlace.
