Guatemalteca se reúne con su hijo tras ser separados por cruzar la frontera

Beata Mejía demandó al gobierno de Trump para que le devolvieran a su hijo.

Después de un mes de angustia y dolor, una madre guatemalteca y su hijo de siete años se han reencontrado luego de haber sido separados en Arizona tras cruzar la frontera.

Beata Mejía-Mejía dijo que ella y su hijo Darwin fueron apartados el 21 de mayo, cuando agentes fronterizos se llevaron al menor dos días después de que Mejía-Mejía fue detenida por cruzar la frontera cerca de San Luis, Arizona y solicitar asilo. Mejía-Mejía logró recuperar su libertad a mediados de junio, tras pagar una fianza. Pero el menor fue puesto bajo custodia de las autoridades americanas, y no había sido liberado a pesar de que habían pasado ya seis días desde que la madre salió del centro de detención.

Mejía-Mejía presentó una demanda contra el gobierno de EEUU el martes en un esfuerzo por encontrarlo. Los dos se reunieron alrededor de las 2:30 a.m. del viernes en el Aeropuerto Internacional Baltimore-Washington en Maryland, horas después de que un abogado del Departamento de Justicia le indicara a un juez del Tribunal de Distrito de los EEUU que el niño sería liberado.

Esta situación es consecuencia de la política “tolerancia cero” establecida por la administración Trump en abril que pretende procesar a todos los inmigrantes que crucen ilegalmente la frontera, y ha provocado la separación de cientos de familias. Aunque Trump revocó la medida, no especificó cómo reunificarían a las familias que ya se encuentran separadas.

La demanda radicada argumentaba que su hijo estaba "gritando y llorando" cuando agentes fronterizos los separaron y gritó "¡Mamá!" repetidamente la única vez que se les permitió hablar por teléfono.

“La conducta del gobierno es impactante. Separar a los niños de sus madres es un comportamiento espantoso,” dijo Mario Williams, el abogado de Mejía-Mejía, a Telemundo 44.

Durante el reencuentro, Beata comenzó a llorar, abrazó a su hijo y le aseguró que nunca estaría lejos de él otra vez. Darwin agregó que estaba contento y feliz con la reunión.

La madre y el hijo viajarían a Texas, donde vivirán mientras se decide su solicitud de asilo.

Mejía-Mejía espera que puedan empezar una nueva vida juntos en este país.

"[Yo vine para] luchar por mi hijo, yo vine para darle una buena educación y hacer una vida aquí," dijo.

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