PHOENIX- Convivir con una enfermedad crónica para muchos sería una sentencia de muerte, pero para otros el inicio de un camino para plantarle cara a la adversidad.
Maribel Ramírez y Pablo López, una pareja del valle, ha aprendido a salir adelante a pesar de las adversidades: ella padece de epilepsia y diabetes mientras que él tiene cáncer, aunque aseguran que los especialistas le dijeron que sería mejor que regresaran a México, para ellos eso no es una opción.
Para Pablo López todo comenzó con un dolor en una pierna, al cual no le dio importancia por meses lo que después derivó en un diagnostico poco alentador.
“El médico me dijo que ya no, que ya era demasiado tarde para ir al hospital y definitivamente me iba a morir en ese momento”.
Pablo tiene cáncer y cuatro tumores en el cuerpo, uno de ellos en su vejiga, obligándolo a usar sondas.
A Maribel la acompaña la epilepsia y la diabetes, enfermedades con las que ha aprendido a vivir.
“La epilepsia es una enfermedad que no se cura, pierdo la noción me desmayo y convulsiono”.
Entre ambos se cuidan y se apoyan para seguir luchando.
“Llegó el día en el que no teníamos que comer y ya no podía más, hubo un tiempo que se me hizo muy pesado y yo pensé que no iba a poder más, le dije porque no nos quitamos la vida, para que seguimos batallando y agradezco que él me dijo no, tienes unos hijos maravillosos por los cuales seguir luchando”, recuerda Maribel.
Recogen latas y buscan objetos para vender para obtener ingresos que les permitan pagar sus cuidados médicos
Para ellos cada día es un nuevo renacer y pese a que han recibido ayuda de varias organizaciones del valle, siempre requieren de alguien quien les brinde apoyo.
