Cifran en 25 los muertos por deslave

DARRINGTON, Washington - Las autoridades de Washington redujeron a 90 el número de personas desaparecidas en una comunidad arrasada por un deslave, mientras familiares y amigos de aquellos cuyo paradero se desconoce empiezan a enfrentar el hecho de que quizá no puedan encontrarlos. No se recuperaron cadáveres, por lo que la cifra oficial de decesos se mantuvo en 16, aunque hay ocho cuerpos más localizados pero aún no recuperados, dijo el director de manejo de emergencias del condado Snohomish, John Pennington. El número de desaparecidos ha ido fluctuando, y en algún momento llegó a ser de 220, pero las autoridades pudieron verificar que 140 personas que habían sido reportadas como perdidas fueron ubicadas, dijo Pennington. Eso deja a 90 personas aún desaparecidas, más otras 35 que podrían o no haber estado en el área al momento del desastre. Las autoridades se enfocarán en hallar a esos 90, pero Pennington reconoció que no todos podrían ser ubicados. "¿Me gustaría ver que (la cifra) baja a cero? Sí. ¿Creo que así será? No", manifestó. La cifra actualizada se dio al final del quinto día de búsqueda de sobrevivientes en la pequeña comunidad de Oso, a unas 55 millas al sureste de Seattle. Pero a medida que pasa el tiempo y la cifra de muertos sigue aumentando, las probabilidades de hallar a alguien con vida entre los escombros van decreciendo. Con pocas esperanzas a las cuales aferrarse, los familiares de los desaparecidos comienzan a darse cuenta de que sus parientes podrían quedar enterrados para siempre en una montaña de lodo que se presume ha cobrado más de 20 vidas. Becky Bach observa y espera, con la esperanza de que las cuadrillas de rescatistas encuentren a su hermano y a otros parientes que continúan perdidos. "Si no los hallan voy a tener muchas preguntas", dijo Bach. "No he conocido a nadie que haya muerto en un desastre natural. ¿Expiden certificados de defunción?". Doug Massingale también espera noticias sobre su nieta de 4 meses de edad. Los rescatistas pudieron identificar la alfombra de la recámara de la pequeña, pero una maraña de troncos se interpone en los esfuerzos por hallar a la bebé Sanoah Huestis, conocida como "Snowy". Las cuadrillas de rescate, apoyadas con perros, excavadoras y en sus propias manos siguieron revisando el cúmulo de madera y lodo, pero las autoridades han reconocido que podrían tener que dejar enterradas a algunas víctimas. Tratar de recuperar todos los cuerpos sería impráctico y peligroso. El área cubierta de desechos tiene cerca de una milla cuadrada y entre 30 y 40 pies de profundidad en algunas partes, y una superficie inestable que incluye lodo que se hunde como arenas movedizas, así como hielo. El terreno es difícil de recorrer a pie, y dificulta o hace imposible utilizar equipo pesado. Para empeorar las cosas, la pila de desechos está llena de árboles caídos, fosas sépticas, tanques de gas, vehículos e incontables fragmentos de casas destruidas. El saber que algunos cadáveres podrían quedarse bajo tierra es difícil de aceptar. "Honestamente no creo que vayan a encontrarlos vivos", dijo Bach. "Pero como familia, estamos tratando de dilucidar qué hacer si no hallan cadáveres". Bach habló por teléfono sobre una boda que la familia había planeado para mediados de año en una de las casas que fue destruida. Y se preguntó cómo planear un funeral sin un cadáver. "Quizá solo hagamos una ceremonia, y si encuentran los cuerpos después, entonces habremos de lidiar con ello", afirmó.

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