La Jueza Ana Paulina Cruz determinó este jueves causa para juicio contra Steven José Sánchez Mártir por el asesinato de un paciente en el hospital HIMA de Caguas el pasado 2 de agosto.
Sánchez Mártir enfrentará juicio por asesinato en primer grado y tres violaciones a la Ley de Armas por los artículos 5.04 (portación ilegal de arma), 5.15 (apuntar y disparar un arma) y 6.01 (por posesión de municiones) por causar la muerte de Pedro Marrero Díaz.
La víctima convalecía en el mencionado hospital, cuando, según la investigación, el hoy acusado llegó hasta su habitación en el quinto piso y le realizó 12 disparos, ocasionándole la muerte.
Los fiscales del caso fueron Juarbe Molina, Maribel Mojica y Mayte Flores. La pesquisa se realizó en conjunto con la agente Lisandra Aponte, del Cuerpo de Investigaciones Criminales del Negociado de la Policía de Puerto Rico de Caguas.
La lectura de acusación fue señalada para el 11 de octubre y el juicio para el 13 de noviembre.
“La Fiscalía de Caguas presentó una prueba contundente durante la vista preliminar en relación al asesinato de Pedro Marrero Díaz. Estamos Listos para ver el proceso judicial y probar este caso más allá de duda razonable”, indicó Juarbe Molina en declaraciones escritas.
ADN en colilla de cigarrillo
La pasada semana fuentes de Telenoticias aseguraron que las pruebas de ADN realizadas a la colilla de un cigarrillo hallada en el hospital es compatible con el del imputado del asesinato de Pedro Marrero Díaz.
El fiscal Yamil Juarbe leyó en sala el informe del resultado de las pruebas realizadas por el Instituto de Ciencias Forenses, confirmando así la información adelantada por este medio.
Identifican a Sánchez Mártir en el hospital
El jueves testificó Gerardo Burgos Rosado, quien es exjefe de seguridad de hospitales y ese día visitaba a su padre en el hospital.
“Escuche una ráfaga de disparos. Era como un chipping hammer” declara a preguntas de la fiscal Maribel Mojica.
El hombre contó que al llegar a la habitación había varias personas, pero como a 125 pies vio a un hombre y se le fue detrás "por instinto".
“La persona medía 5’6” a 5’7”, delgado, tenía un sweter gris hasta el cuello. Cabello negro tez oscura. El mira hacia su derecha y hacia atrás. Estaba como a 120 a 125 pies de mi. Se dirigió hacia el área de los elevadores. Yo me le fui detrás”, dijo el testigo.
Narró que lo siguió por las escaleras hasta el sótano. En el piso cerca de la puerta del primer piso vio un jacket gris en suelo. “A mi entender era el jacket que tenia el individuo” señaló el testigo.
La fiscal Mojica le mostró una foto de la rueda de confrontación al testigo, quien señaló al número 2 como la persona que vio en el hospital.
"Le pregunto si a esa persona usted la ha visto aqui” dijo la fiscal Mojica. “El que esta entre los dos licenciados” responde Burgos Rosado. “Es la misma persona que vi”, sustuvo.
Desgarrador relato
El miércoles testificó la madre de la víctima en lo que fue un desgarrador relato.
La mujer contó que su hijo padecía de gastritis y tras comer en un restaurante de Isabela tuvo que ser hospitalizado.
En la tarde del 2 de agosto, la mujer contó que un hombre entró al cuarto y la miró detenidamente a ella y a su hijo. Contó que el hombre le preguntó si esa era la habitación de Doña Carmen y ella le respondió que él estaba equivocado.
“Pero él se queda ahí detenido… varios minutos se queda mirándome fijamente y yo me levante de la butaca y camine hasta donde él estaba. Pero me detuve. Lo vi tan raro”, dijo.
La madre de la víctima describió al hombre “como si fuera un deambulante”. Dijo que no estaba recortado, que tenía barba de varios días y que no se veía muy limpio.
“Se veía como extraviado, como desorientado”, recordó. Contó que antes de irse del cuarto, el hombre miró a su hijo.
Posteriormente, Marrero Díaz se durmió, por lo que la mujer hizo lo mismo en una butaca.
“Me dormí. ¡Me dormí!”, dijo desconsolada.
Se levantó con una explosión muy fuerte.
“Mire para preguntarle a mi hijo qué sería eso. Pero antes de poder preguntar, vi sangre en la cara de mi hijo. Me asusté mucho y fue a donde él. Entonces vi su cara y estaba igual que cuando se durmió. No se había movido. La sangre salía y salía… Grité muchas veces. Socorro, auxilio. Mi hijo se desangra. Mi hijo se muere”, narró. “Vi como el color de su cuerpo cambiaba”.
Al pasar varios minutos, llegó una enfermera, quien entonces solicitó ayuda adicional. Fue ahí que vio múltiples casquillos de bala y entendió que su hijo había sido asesinado.
Posteriormente llegaron varios agentes de la Policía y comenzó el proceso de investigación.
La vista preliminar continuó con el contrainterrogatorio de la defensa, a cargo de la abogada Jane Hoffman. En este interrogatorio quedó establecido que la madre de la víctima que o puede identificar a la persona que asesinó a su hijo ya que en el momento de los hechos estaba dormida.
