Los niños que caminan a la escuela con escolta militar

Son palestinos y desde hace años lo hacen por temor a los ataques de colonos israelíes.

Cada día, para los niños palestinos del poblado de At Tuba, en el territorio ocupado de Cisjordania, la ida y la vuelta a la escuela es angustiante por la amenaza de los colonos que les intimidan y atacan durante su ruta a pie, lo que obliga a que sean acompañados por el Ejército israelí.

El camino que separa sus casas del pueblo de At Twani, donde está su centro escolar, entre las colinas rocosas y áridas de los valles del sur de Hebrón, es un ruta de tierra de poco más de un kilómetro de distancia que los palestinos locales dicen utilizar desde hace siglos, pero lamentan que su circulación "es demasiado peligrosa" desde el establecimiento de dos colonias judías en su entorno.

Los niños de At Tuba son los únicos que recorren hoy este sendero de uso público y, para llegar a la escuela sanos y salvos, denuncian sus familias, una pequeña dotación de soldados les tiene que escoltar diariamente desde hace catorce años para prevenir las intimidaciones o los intentos de ataque de grupos de israelíes residentes en los dos asentamientos del área, Havat Maon y Maon.

A menudo, pese al acompañamiento de los militares, "los colonos irrumpen a medio camino para impedirles el paso, les insultan, les acusan de ser terroristas y ladrones e incluso les pueden atacar", asegura a Efe Guy Butavia, activista por la paz del grupo israelí Tayush, mientras acompaña al grupo de siete niños, de entre seis y 17 años, durante su trayecto de vuelta a casa, equipado con una cámara de vídeo para registrar cualquier posible ataque o abuso.

Además, "hay días en que los soldados no aparecen", cuenta a Efe de manera anónima una voluntaria de Operazione Colomba, organización italiana por la no violencia con sede en At Twani que diariamente acompaña a los estudiantes hasta que llega el Ejército.

"Se supone que una patrulla militar tiene que escoltar a diario a los niños para protegerlos, pero si aparecen los colonos, los soldados a veces se quedan dentro del coche o se paran en medio del camino y no actúan", añade la activista.

Hamzi, adolescente de 14 años, explica a Efe que su camino diario a la escuela desde que es pequeño está marcado por la presencia militar y el temor de que aparezcan algunos de los residentes más agresivos de los alrededores, una realidad con la que está familiarizado pero que detesta.

Butavia, a quien al principio del recorrido paran los soldados encargados de la escolta para advertirle con que van a arrestarle por no tener permiso para estar en el camino, indica que durante los años recientes ha habido "cientos de incidentes y ataques" de los colonos israelíes.

El último fue hace un mes, cuando el Ejército no se presentó a tiempo para la escolta y los niños tuvieron que recorrer el camino con los voluntarios de Operazione Colomba para no llegar tarde a la escuela, sin protección militar.

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