La designación de Rex Tillerson como secretario de Estado del gobierno que encabezará Donald Trump abre, según analistas, un posible conflicto de interés debido a que está relacionado con una millonaria inversión petrolera en México.
Tillerson es director general de Exxon Mobil, firma que se unió a la francesa Total para invertir $ 6,643 millones para la exploración y desarrollo en México del llamado Bloque 2 de la Ronda 1.4, que ganó el 5 de diciembre en la licitación petrolera que se abrió tras la reforma energética.
Exxon Mobil tiene más de 130 años de presencia en México y opera oficinas no solo en la Ciudad de México, sino también enTuxpan, Veracruz, y cuenta con una plantilla laboral de al menos 250 personas.
Como secretario de Estado, Tillerson tendrá entre sus funciones principales llevar las relaciones exteriores de Estados Unidos con el resto del mundo, México incluido.
En una entrevista que ha sido ampliamente divulgada en México, Tyson Slocum, director de programa de energía de la ONG Ciudadano Público, consideró que ese nombramiento abre la puerta a posibles conflictos de interés debido a su actividad empresarial en el sector petrolero.
Considera que sería casi imposible que Tillerson se desligue de sus lazos con la firma en la que trabaja desde 1975.
En su opinión, Tillerson ha sido muy agresivo en establecer relaciones muy estrechas con diversos países, como Rusia, en oposición directa con los intereses estadounidenses.
