En 12 meses, entre fines de 2013 y fines de 2014, el fentanilo ocasionó la muerte a más de 700 personas en Estados Unidos; sin embargo, no fue sino hasta que se informó que una sobredosis de ese potente opiáceo había provocado el fallecimiento de Prince cuando se le empezó a prestar atención.
El Fentanyl o fentanilo se ha convertido en la favorita de los carteles mexicanos por su potencia, su popularidad en EEUU y porque genera un gran margen de ganancia, afirma el diario The New York Times.
Según la investigación del medio, los narcos mexicanos lo llevan y distribuyen a través de redes en EEUU, donde la demanda de opiáceos parece no tener fin y cada vez aumenta más.
Al parecer, gran parte del abasto de drogas derivadas del opio proviene de México, ganando terreno a la heroína que procede de los campos de amapola que crecen en estados como Guerrero, y el resto se importa de China, según autoridades policiales y aduaneras de EEUU.
"Los carteles están migrando hacia esa droga para aumentar sus beneficios. Son unos genios del mercadeo, lo vieron venir", dice Jack Riley, administrador adjunto de la DEA, la agencia antinarcóticos de EEUU.
La teoría dice que solo un médico puede recetar ese opiáceo sintético para cuidados paliativos de pacientes en las últimas etapas de cáncer; sin embargo, la realidad muestra que las muertes por consumo de fentanilo de origen ilícito están conectadas con el narcotráfico desde México.
Y en esto no hay magia alguna, sino simple ecuaciones de mercado: al aumentar el precio de medicamentos legales que se usaban como droga, como la oxicodina, los narcotraficantes incrementaron la distribución de heroína, que es más barata y fácil de conseguir.
México
Ahora el mejor negocio está en el fentanilo, ya que puede fabricarse en un laboratorio sin los riesgos que conlleva tener que plantar, cosechar y procesar amapola. Es más lucrativo, pero también más mortal, dice The New York Times.
Un kilo de heroína comprada en Colombia por $6,000 puede venderse al por mayor en unos $80,000, según la DEA.
Un kilo de fentanilo comprado en China por menos de $5,000 es tan potente que puede procesarse para producir de 16 a 24 kilos al cortarlo con talco o cafeína; y cada kilo puede venderse al por mayor en $80,000 y cuando llega a las calles alcanza $1.6 millones.
"Los carteles no son tontos", dijo a The New York Times Javier Romero Vadillo, profesor en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) en México. "Son actores económicos racionales que actúan en función de la demanda del mercado".
En México, las fuerzas armadas se han incautado de fentanilo: en 2015, la policía federal requisó 27 kilos, una cantidad equivalente a una tonelada de heroína, en una pista de aterrizaje en el estado de Sinaloa.
En el mismo operativo también decomisaron 19,000 pastillas de fentanilo que habían sido empaquetadas como si fuera oxicodina. Dos hombres que fueron detenidos eran operadores de alto nivel del Cártel de Sinaloa, dirigido por Joaquín Guzmán Loera, "El Chapo", preso en Ciudad Juárez.
Y es que hace más de un año, la DEA empezó a alertar sobre la epidemia de fentanilo en Estados Unidos. Su potencia, 40 veces superior a la de la heroína, lo ha convertido en una droga de uso muy popular entre los adictos y una opción de lucro inmenso para los carteles, unas 20 veces más que la heroína.
