La cifra de muertos en el reciente motín de la prisión de Cadereyta es de 50 y no de 18, como informó oficialmente el gobierno de Nuevo León, sostuvo el miércoles la presidente del organismo Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos (Cadhac), Consuelo Morales Elizondo.
La activista aseguró que, tras la revuelta carcelaria del 10 de octubre, ella se reunió con familiares de los internos y el consenso es que hay una presunción fundada de que las cifras fueron manipuladas para proteger a los policías que intervinieron en operativos.
"Las informaciones que nosotros tenemos es que son más de 50 que mataron al interior del penal. Definitivamente, si bien hubo una riña entre los internos, nosotros estamos convencidos de que fue la misma autoridad quien lo hizo", expresó Morales.
Antes de participar en una misa en la Catedral de Monterrey para recordar a los fallecidos y desaparecidos reportados en Nuevo León, la Hermana Consuelo dijo que, en la semana posterior al motín, acudieron a Cadhac unas 170 personas para brindar su testimonio sobre lo ocurrido en la prisión.
De ahí sacaron la deducción de la cifra, que es mucho mayor que la que proporcionó en su momento el vocero de seguridad en la entidad, Aldo Fasci.
Pidió la intervención de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, que ya se pronunció sobre el tema y reprochó el uso de la fuerza letal en el interior de los penales.
"No sabemos dónde están (los cadáveres) y necesitamos que se haga una investigación seria y objetiva", dijo.
