Autopsia del gorila Bantú causa repudio y dolor

La muerte del único gorila macho en un zoológico mexicano causó un enojo que creció al ver su necropsia.

La muerte de Bantú, el único gorila macho en un zoológico mexicano por aparente mala práctica médica, provocó en México enojó que ha ido creciendo a medida que se conocen detalles y tras la publicación el lunes de sangrientas imágenes de su autopsia.

El repudio hacia la manera en como fue tratado el cuerpo del bello ejemplar, que murió en un operativo que buscaba trasladarlo al Zoológico de Guadalajara para que se reprodujera con alguna de los dos gorilas hembras que viven ahí, fue unánime.

La cabeza de Bantú, con los colmillos de fuera, fue separada del cuerpo, que yace en trozos sobre la mesa del forense, mientras en todo el lugar se aprecia la sangre del gorila de casi 25 años, según reveló el diario El Universal, que recibió las escalofriantes e inhumanas imágenes captadas presuntamente por un funcionario.

"Fue una carnicería. No entiendo por qué fue necesario destazarlo", sostuvo María Elena Hoyo, quien por muchos años fue directora del Zoológico de Chapultepec y conocía a Bantú.

Paulina Bermúdez, vicepresidenta de la organización internacional Proyecto Gran Simio, consideró que la secretaria del Medio Ambiente de la Ciudad de México, Tanya Müller, tiene que rendir cuentas por la muerte de Bantú.

Bermúdez dice que está dispuesta a acudir a la Asamblea Legislativa para pedir a los diputados de la Ciudad de México que llamen a comparecer la funcionaria del gobierno de la capital mexicana.

"Tiene que ser necesariamente Tanya Müller, y no ha sido sometida a ningún escrutinio; no ha dicho absolutamente nada", dijo. "solo ha aparecido para cortar una cabeza y esta es una medida de chivo expiatorio, pero no resuelve absolutamente nada".

Y es que Müller separó temporalmente de su cargo a Juan Arturo Rivera, director de Zoológicos y Vida Silvestre de la Ciudad de México, mientras se lleva a cabo la investigación de lo ocurrido durante el traslado.

Según Bermúdez, por lo menos dentro de un mes se conocerán las causas del deceso de Bantú y si hubo negligencia médica en la aplicación de la anestesia y los fármacos que se le aplicaron.

Por ello, resulta más extraño el destazadero que hicieron del cuerpo de Bantú.

Las impactantes imágenes de la necropsia de Bantú fueron publicadas horas después de que la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México inició una investigación sobre su muerte a causa de un paro cardiorrespiratorio.

Pero Müller se defendió y justificó en diversos programas radiofónicos el procedimiento realizado al cuerpo del gorila para incinerarlo.

"Al final todas estas partes corporales, líquidos y tejidos del cuerpo, son considerados material biológicamente peligroso, entonces los hornos que se tienen en la ciudad y en la UNAM tienen una capacidad de 70 kilos", insistió Müller.

No obstante, Marielena Hoyo aseguró que en la Ciudad de México existen condiciones para incinerar un primate de 1.70 metros de altura y 220 kilos.

"Una necropsia se puede hacer con toda la pulcritud y sin necesidad de hacer esta carnicería", insistió.

Hoyos recuerdo los casos de otros animales del zoológico, como el orangután Jambi y el panda Pepe, que fueron manejados en condiciones adecuadas para realizar la necropsia y cumplir con la incineración de ejemplares de grandes dimensiones.

Bantú nació en cautiverio en 1991 graciass a uno de los programas de conservación; era hijo de una hembra del Zoo de Cincinnati y de un macho africano. 

"Era el único hijo de un macho capturado en África, ese ejemplar tenía una genética muy especial", aseguró Hoyo.

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