Reporte: Federales atacaron a estudiantes

Reporte: Federales y Ejército involucrados en ataque

La revista mexicana Proceso publica en su más reciente ejemplar una investigación de la destacada periodista Anabel Hernández que apunta a la participación de la Policía Federal en el ataque a los estudiantes de la normal de Ayotzinapa ocurrido el pasado 26 de septiembre en Iguala, Guerrero.

La versión del gobierno de Enrique Peña Nieto es que esa noche, policías de Iguala y Cocula atacaron al grupo de estudiantes tras recibir órdenes del alcalde de Iguala. En el ataque, murieron tres estudiantes. Otros 43 fueron entregados al cártel de Guerreros Unidos, grupo criminal que presuntamente los asesinó e incineró.

El reportaje, que se publica en colaboración con Steve Fisher y el Programa de Periodismo de Investigación de la Universidad de California en Berkeley, señala que fuerzas federales participaron en el ataque con complicidad o colaboración del Ejército.

Basado en testimonios, videos, informes inéditos y declaraciones judiciales, el reportaje muestra la participación directa de la Policía Federal en el atentado contra los estudiantes.

La versión oficial señala que el alcalde de Iguala, José Luis Abarca, ordenó la agresión, para evitar que los estudiantes entorpecieran el informe de su esposa, María de los Ángeles Pineda Villa, quien era la encargada del programa municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).

El ataque, de acuerdo con la versión oficial, ocurrió sin que se enteraran la Policía Federal ni los soldados destacados en la zona.

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Sin embargo, el reportaje de Proceso apunta a que –en base a documentos del gobierno de Guerrero– los estudiantes eran monitoreados por agentes estatales y federales desde que salieron de la Normal de Ayotzinapa.

Según el documento citado por Proceso, a las 5:59 p.m., el Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4) de Chilpancingo informó que los normalistas partían de Ayotzinapa rumbo a Iguala. A las 8:00 p.m. la Policía Federal y la policía estatal llegaron a la autopista Chilpancingo-Iguala donde los estudiantes realizaban una colecta. 

A las 9:22 p.m. el jefe de la base de la Policía Federal, Luis Antonio Dorantes, fue informado de la entrada de los jóvenes a la central camionera y a las 9:40 el C4 de Iguala reportó el primer tiroteo.

El reportaje apunta a que el gobierno federal estuvo al tanto de los hechos en tiempo real: 

“El C4 está bajo el control de la policía estatal pero hay un radio operador del Ejército, de la Policía Federal, policía estatal y policía municipal. Se tienen fotografías que demuestran que en el lugar trabajan conjuntamente los tres niveles de gobierno. Las instalaciones de la policía municipal, la Policía Federal y el 27 batallón de infantería se encuentran en la misma zona y están a una distancia de 3 a 4 minutos del lugar donde ocurrió el ataque...".

Científicos rechazan versión oficial

El reportaje de Proceso se publica a días de que científicos mexicanos presentaron un estudio que señala sin base científica la versión oficial de que los estudiantes fueron incinerdos en un basurero en Colula.

El informe indica que se habrían necesitado 33 toneladas de troncos de unas cuatro pulgadas de diámetro para quemar 43 cadáveres. Los residuos habrían pesado 333 kilogramos, de los que 166 serían de restos humanos y se habrían necesitado 12 bolsas de unos 25 kilogramos cada una para llevar los restos al río.

Si se hubieran usado neumáticos se habrían necesitado más de 995 para mantener el calor a una temperatura de 1,600 grados necesaria para cremar los cuerpos.

De haber ocurrido una pira de tal magnitud, el humo se habría visto en kilómetros a la redonda.

Miles de manifestantes en México acusan que lo que sucedió a los estudiantes es un crimen de Estado y de lesa humanidad por lo que responsabilizan al presidente Enrique Peña Nieto.
 

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