En un nuevo giro al caso de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, integrantes del grupo Guerreros Unidos afirmaron que el móvil del ataque fue que los jóvenes revelaron que el director de la Normal, José Luis Hernández Rivera, tenía vínculos con la banda contraria Los Rojos.
Según el diario El Financiero, esos señalamientos no han sido suficientes para que Hernández Rivera aclare ante el Ministerio Público el señalamiento, ya que su testimonio no aparece en las más de 53,000 fojas del expediente que la Procuraduría General de la República hizo públicas.
Apenas el fin de semana la dependencia responsable de la investigación puso en línea el expendiente completo del caso ocurrido el 26 de septiembre de 2014, pese a que muchas de las hojas están parcial o totalmente tachadas en negro.
Sidronio Casarrubias Salgado, líder de Guerreros Unidos; Felipe Rodríguez Salgado, "El Terco", jefe de sicarios, y Jonathan Osorio Cortés, "El Jona", sicario del citado grupo criminal, hicieron los señalamientos directos contra el director de la escuela normal.
Según elos, Hernández Rivero recibía 300,000 dólares de Los Rojos para permitir la infiltración de sicarios de ese grupo entre los normalistas y así poder entrar a los municipios de Chilpancingo e Iguala, donde los Guerreros Unidos dominaban.
Los tres declarantes coincidieron en que los normalistas que les fueron entregados por los policías de Cocula e Iguala revelaron el vínculo de Hernández Rivera con Los Rojos.
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