FLAGSTAFF- Una autopsia confirmó que una niña de 13 años murió debido al ataque de una jauría mientras caminaba cerca de la casa de su familia en la Nación Navajo.
Lyssa Rose Upshaw tenía lesiones extensas que coincidían con las marcas de los dientes caninos, incluidos cortes y abrasiones en el cuello y la cabeza y heridas profundas en los tejidos blandos de las piernas. Su ropa estaba rota y estaba cubierta de tierra, según la autopsia publicada esta semana en respuesta a una solicitud de registros públicos de AP.
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Mientras que su madre, Marissa Jones, sospechaba de los perros desde que vio a su hija en un sendero de tierra en Fort Defiance a mediados de mayo, ella había estado esperando un reporte oficial.
“Nunca pensé que eso le pasaría a mi hija”, dijo. "Ella era una amante de los perros".
La oficina del médico forense en el condado de Coconino clasificó la muerte de Upshaw como accidental. El ataque mortal ha renovado la discusión en toda la reserva sobre cómo responsabilizar a las personas por sus mascotas.
Local
Los legisladores tribales aprobaron recientemente una resolución para establecer sanciones penales. El presidente de la Nación Navajo, Jonathan Nez, lo vetó, diciendo que necesitaba más información.
Michael Henderson, director de investigaciones criminales de la tribu, dijo que se están considerando cargos tribales en la muerte de Upshaw mientras las autoridades reúnen más pruebas y esperan los resultados de las muestras recolectadas de los perros que pertenecían a un vecino.
El FBI está realizando algunas de las pruebas de laboratorio. Henderson dijo que ha hablado con fiscales federales cuya respuesta inicial fue que el caso no puede ser acusado bajo un conjunto limitado de delitos por los cuales el gobierno federal tiene jurisdicción en tierras tribales.
Esther Winne, portavoz de la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos para Arizona, no pudo decir si el caso de Upshaw ha sido remitido a los fiscales federales.
