TUCSON- El jefe de la policía de Tucson, Chris Magnus, presentó su renuncia miércoles después de que se diera a conocer el caso de la muerte de un hombre bajo custodia de las autoridades. Además, tres oficiales vinculados a este incidente renunciaron.
Magnus hizo el anuncio durante una conferencia de prensa un día después de que la muerte de Carlos Ingram-López el 21 de abril se hizo pública, reconociendo que el departamento no había revelado la muerte de manera oportuna.
La oficina del médico forense no determinó la forma de la muerte, pero dijo que Ingram-López había muerto de un paro cardíaco repentino mientras estaba intoxicado por cocaína y restringido físicamente.
Ingram-Lopez estaba boca abajo en el suelo con una manta sobre su cabeza cuando dejó de respirar. La policía había ido a su casa después de que su abuela los llamó porque estaba actuando de forma imprevisible.
La alcaldesa Regina Romero dijo que estaba sorprendida por la oferta de renuncia de Magnus y agregó que ha sido un jefe de policía "honesto y excelente".
Magnus, quien fue nombrado jefe en 2016, dijo que tres de los oficiales que respondieron "cometieron múltiples violaciones de políticas y no pudieron manejar el incidente de acuerdo con su capacitación". Los tres oficiales renunciaron, pero habrían sido despedidos de todos modos, dijo Magnus.
"No puedo decir lo suficiente, esta es una tragedia terrible y hoy tuve la oportunidad de reunirme con la familia para expresar mis condolencias y hacerles saber cuánto simpatizo con la pérdida de Carlos", dijo Magnus.
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La investigación criminal sobre la muerte de Ingram-López fue enviada a la oficina del fiscal del condado, que aún no ha determinado si presentará cargos penales contra los oficiales.
Un video que se mostró a la prensa el miércoles muestra a Ingram-Lopez corriendo histéricamente por un oscuro garaje antes de que los oficiales lo esposen. La calidad del video es baja debido a la poca iluminación, pero se puede escuchar a Ingram-Lopez golpeando, pidiendo agua en numerosas ocasiones y gimiendo mientras yace boca abajo en el suelo.
Finalmente, un oficial coloca lo que parece ser una manta de plástico amarilla sobre todo su cuerpo, y agrega otra manta poco después.
Ingram-Lopez se escucha llorar una y otra vez y decir "no" repetidamente mientras está en el suelo y cubierto. Después de unos minutos, deja de hacer ruido o moverse.
Los oficiales administraron compresiones torácicas antes de que el personal médico de emergencia lo declarara muerto en la escena.
Magnus dijo que le ha pedido al FBI que investigue. Dijo que, aunque fue informado el día después de la muerte de Ingram-Lopez, nadie en su administración vio el video en ese momento. Llamó a la falta de hacer pública la muerte como un paso en falso, pero dijo que no se hizo con intención maliciosa.
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