Dreamer, entre las más influyentes por su labor social

PHOENIX- La dreamer Reyna Montoya, que forma parte de la lista de los 30 jóvenes menores de 30 años más influyentes por su labor social, de la revista Forbes, es una de las oradoras que este lunes narró su experiencia durante la presentación de la Cumbre Forbes Under 30, en Detroit. 

Montoya, cuyo permiso de residencia en el país expira en mayo del 2020, acaba de terminar un curso en la Universidad de Harvard sobre recaudación de fondos para encauzar mejor la organización de apoyo a indocumentados Aliento, que fundó y dirige. 

Aunque, confiesa en entrevista, el miedo a la "ilegalidad" por estatus de residencia es algo que nunca se llega a perder del todo. 

"Quiero pelear por mi humanidad, por los inmigrantes, que la gente nos reconozca y nos traten con respeto y dignidad", afirma la joven de 28 años, quien convivió con la tenista Serena Williams y el rapero 21 Savage, en la Cumbre Forbes Under 30, que concluyó este miércoles. 

Afirma que no deja de sentir temor cuando una patrulla se acerca a su auto, aun bajo protección temporal del programa DACA. 

"El miedo no se quita, sino evoluciona; se aprende a vivir con él. Cuando veo un policía me sudan las manos, aunque sabes que estás legal, se te queda en la mente que eres indocumentada, y uno teme que lo regresen a México".  

La familia de Montoya llegó a Estados Unidos huyendo tras un secuestro en México. Además de ese episodio, el año pasado la joven perdió a su abuelo en Obregón, Sonora, víctima de un asalto a mano armada. 

Nacida en Tijuana (Baja California), Montoya emigró en 2003 y desde niña aprendió las dificultades que enfrentan los inmigrantes, lo que la llevó a fundar Aliento en 2016.

La joven, que reside en Mesa, asegura que fue por medio de la docencia como logró ayudar a más inmigrantes en situaciones similares a la de su familia. 

"Cuando vi que el activismo no era suficiente, me fui de maestra para ayudar a mi comunidad de otra manera. Enseñé inglés, español, literatura y danza en el sur de Phoenix. Entonces escuché un sinfín de historias de estudiantes cuyos padres fueron deportados por la SB1070 y decidí crear Aliento", recuerda. 

"Fui la primera en la familia en ir a la universidad, lloraba mucho porque pensaba que no iba a ir a la escuela por lo caro de las matrículas, pero con becas pude concluir dos licenciaturas, en Ciencias Políticas y Estudios Transfronterizos, con un enfoque de póliza de inmigración y económico, aparte de ser esta última una carrera técnica", apuntó.

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