TUCSON- Un recién graduado de la Universidad de Arizona está agradecido de estar vivo después de una batalla de cuatro meses con COVID-19.
Ryan Parker, de 39 años, fue diagnosticado con el virus el año pasado.
Los médicos del Hospital y Centro Médico St. Joseph en Phoenix, creían que Parker tendría una recuperación rápida. Sin embargo, su salud dio un giro inesperado.
A Parker, le colocaron en una máquina de circulación extracorpórea durante 84 días y lo hospitalizaron durante un total de 134 días.
Parker dijo que, gracias a sus médicos, pudo salir del hospital justo a tiempo para pasar las vacaciones con su familia.