PHOENIX - Cuatro presos condenados a muerte han dado positivo por el coronavirus y otros cinco muestran síntomas en la prisión de Arizona con los casos más confirmados, dijo un abogado defensor de los reclusos.
Uno de los reclusos enfermos dice que él y los demás están siendo aislados en un edificio sucio e infestado de cucarachas.
El primer caso se dio a conocer la semana pasada en el complejo de la prisión en Florence, que representa 23 de las 35 infecciones en las cárceles de Arizona. Desde entonces, otros tres presos condenados dieron positivo, dijo Dale Baich, quien dirige los recursos de la pena de muerte en la Oficina del Defensor Público Federal en Arizona.
Se desconoce si los cinco condenados a muerte con síntomas han sido examinados. La prisión de Florence alberga a casi 3.600 personas, incluidos los 114 hombres en Arizona que han sido condenados a muerte.
"Estamos muy preocupados por su salud y bienestar, y porque las personas que pueden tener síntomas no están siendo evaluadas", dijo Baich.
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Autoridades no respondieron preguntas de la AP sobre cuántos presos condenados a muerte dieron positivo por COVID-19 y si los cinco con síntomas habían sido evaluados. También se negaron a decir si algún prisionero que dio positivo por el virus murió.
En Arizona, el primer preso condenado a muerte que dio positivo fue Patrick Bearup. Baich se negó a revelar las identidades de los otros tres.
En una breve entrevista telefónica, Bearup dijo que él y varios prisioneros con casos confirmados fueron puestos en cuarentena en un edificio sucio e infestado de cucarachas en el complejo en Florencia.
Bearup, que ha estado enfermo durante dos semanas, dijo que estaba adolorido, con náuseas y tan físicamente débil que no pudo salir de la cama ese día.
"Este es el más enfermo que he estado en mi vida", dijo, y señaló que sus manos temblaban mientras sostenía el teléfono.
Bearup, quien fue condenado por matar a Mark Mathes, de 40 años, en 2002, añadió que no se les estaban dando suministros adecuados para limpiar las celdas y que la calidad del agua en el área de cuarentena donde se encuentra lo hizo querer vomitar. Bearup, que tiene asma, estaba siendo tratado con un dispositivo nebulizador, que administra medicamentos a los pulmones.
