Los estadounidenses también temen ser deportados

El sueño de muchos jubilados es que luego de toda una vida de trabajo, puedan conseguir un sitio para pasar su retiro y disfrutar de un ambiente lleno de sosiego. A pesar de que una gran parte de estadounidenses ha conseguido esto en Ajijic, uan población de Jalisco a orillas del lago Chapala, ahora existe el temor de que tengan que salir de allí.

El miedo viene como consecuencia de la feroz arremetida de Donald Trump contra los emigrantes mexicanos. No se trata de que el Gobierno mexicano, mucho menos el regional, planee tomar represalías en contra de los "gringos", sino de que algunos de estos veteranos piensan en una ley del talión que se vierta en su contra.

Ajijic es uno de los pueblos que han recibido la curiosa influencia estadounidense en los últimos años. En la actualidad, allí se habla más inglés que español, debido al flujo migratorio que desfruta del ambiente apacible y del crima acogedor. La facilidad para acceder a los servicios también han conquistado a estos emigrantes, pero el miedo, válido en las actuales circunstacias, comienza a rondar por las calles.

El miedo sale a colación por la suposición de que Enrique Peña Nieto decida deportar a los estadounidenses de vuelta a su país, en una especie de represalia por el discurso incendiario de Donald Trump, quien podría resultar electo como presidente.

Un artículo de los Estados Unidos de México señala que es posible que el Gobierno haga abandonar el territorio nacional a los extranjeros cuya permanencia considere inconveniente.

El futuro de estos ciudadanos, que curiosamente emprendieron una ruta migratoria opuesta a la más conocida, también está en juego en las próximas elecciones del 8 de noviembre. A partir de ese momento ellos pensarán qué decisión tomar y hacia dónde dirigirse.

El sueño de muchos jubilados es que luego de toda una vida de trabajo, puedan conseguir un sitio para pasar su retiro y disfrutar de un ambiente lleno de sosiego. A pesar de que una gran parte de estadounidenses ha conseguido esto en Ajijic, uan población de Jalisco a orillas del lago Chapala, ahora existe el temor de que tengan que salir de allí.
El miedo viene como consecuencia de la feroz arremetida de Donald Trump contra los emigrantes mexicanos. No se trata de que el Gobierno mexicano, mucho menos el regional, planee tomar represalías en contra de los "gringos", sino de que algunos de estos veteranos piensan en una ley del talión que se vierta en su contra.
Ajijic es uno de los pueblos que han recibido la curiosa influencia estadounidense en los últimos años. En la actualidad, allí se habla más inglés que español, debido al flujo migratorio que desfruta del ambiente apacible y del crima acogedor. La facilidad para acceder a los servicios también han conquistado a estos emigrantes, pero el miedo, válido en las actuales circunstacias, comienza a rondar por las calles.
El miedo sale a colación por la suposición de que Enrique Peña Nieto decida deportar a los estadounidenses de vuelta a su país, en una especie de represalia por el discurso incendiario de Donald Trump, quien podría resultar electo como presidente.
Un artículo de los Estados Unidos de México señala que es posible que el Gobierno haga abandonar el territorio nacional a los extranjeros cuya permanencia considere inconveniente.
El futuro de estos ciudadanos, que curiosamente emprendieron una ruta migratoria opuesta a la más conocida, también está en juego en las próximas elecciones del 8 de noviembre. A partir de ese momento ellos pensarán qué decisión tomar y hacia dónde dirigirse.El sueño de muchos jubilados es que luego de toda una vida de trabajo, puedan conseguir un sitio para pasar su retiro y disfrutar de un ambiente lleno de sosiego. A pesar de que una gran parte de estadounidenses ha conseguido esto en Ajijic, uan población de Jalisco a orillas del lago Chapala, ahora existe el temor de que tengan que salir de all
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