Víctima de tiroteo mortal en Trader Joe’s era hispana

Todo habría comenzado con una persecución policial.

LOS ÁNGELES — El atacante que se enfrascó en una balacera con la policía y luego tomó múltiples rehenes en un supermercado de Los Ángeles fue arrestado por presunto asesinato, informaron las autoridades el domingo.

Gene Evin Atkins, de 28 años, estaba detenido bajo una fianza de dos millones de dólares, indicó el agente Drake Madison. No estaba claro si tenía un abogado y nadie contestó de inmediato al mensaje que se dejó en un número de teléfono que aparece a nombre del sospechoso en registros públicos.

Una mujer murió a tiros cuando Atkins se metió corriendo el sábado al supermercado Trader’s Joe en el sector Silver Lake en Los Ángeles. Ningún rehén resultó herido luego de que el hombre se esposara a sí mismo y se entregara unas tres horas después, dijo la policía.

Funcionarios del servicio forense identificaron a la mujer como Melyda Corado, de 27 años. Su hermano, Albert Corado, dijo en Twitter que ella trabajaba en Trader’s Joe.

“Me duele decir que ella no sobrevivió. Mi hermanita. Mi mundo”, dijo.

La abuela de Atkins fue hospitalizada en condición crítica. La policía no tenía nueva información el domingo sobre su estado de salud.

Las autoridades dicen que el sospechoso le disparó siete veces a su abuela e hirió a otra mujer, a quien obligó a entrar a un auto, en una casa del sur de Los Ángeles a eso de la 1:30 de la tarde. La policía rastreó el auto, lo persiguió e intercambió disparos con el atacante, quien chocó contra un poste afuera del supermercado y corrió hacia adentro, agregaron las autoridades. La policía sacó del auto a la mujer no identificada, que había sido rozada por una bala.

Los asustados clientes y trabajadores intentaron guarecerse mientras las balas de la policía destrozaban las puertas de cristal de la tienda.

Algunas personas dentro del supermercado salieron por las ventanas, mientras que otras se resguardaron en cuartos. Gran cantidad de policías, bomberos y 18 ambulancias llegaron al lugar y se prepararon en caso de que hubiera muchos heridos.

Policías antimotines fuertemente armados se apostaron al costado de la tienda y usaron espejos para mirar hacia el interior del local, mientras especialistas en negociaciones en casos de rehenes trataban de convencer al sospechoso de que dejara en libertad a los 40 o 50 rehenes y se rindiera.

A eso de las 6:30 de la tarde, Atkins aceptó esposarse a sí mismo y salir por la puerta de enfrente, rodeado de cuatro de sus rehenes. Fue arrestado de inmediato.

Uno de los supervivientes fue Don Kohles, de 91 años, quien vive en el vecindario y caminaba hacia el supermercado cuando vio a “dos autos de la policía que se aproximaban a toda máquina” y al sospechoso chocar contra el poste.

El conductor salió del vehículo y la policía comenzó a dispararle mientras corría hacia el supermercado. Kohles se metió a la tienda y se puso a cubierto junto con otras personas cuando Atkins ingresaba.

“Esas balas me pasaron justo por la espalda mientras él corría por el pasillo principal”, dijo Kohles.

El jefe de la policía de Los Ángeles, Michel Moore, dijo que el sospechoso hizo “una serie de exigencias” mientras mantuvo a los rehenes, pero los especialistas en negociaciones creían poder convencerlo a que se rindiera pacíficamente.

Los bomberos dijeron que seis personas, cuyas edades oscilan entre 12 y 81 años, fueron llevadas al hospital. Ninguna fue alcanzada por las balas, y todas estaban bastante bien de salud.

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