Pesquisa sobre injerencia rusa es ahora un caso penal

El nuevo carácter de la investigación confiere a los fiscales autoridad para emitir citaciones.

WASHINGTON — El Departamento de Justicia ha convertido su revisión de la pesquisa sobre la interferencia electoral rusa en una investigación penal, dijo el jueves una persona al tanto del asunto, medida que podría suscitar preocupación de que el presidente Donald Trump y sus aliados quizá están aprovechando las facultades del gobierno para ir tras sus adversarios.

La revelación tiene lugar mientras Trump enfrenta una pesquisa por posible abuso del poder, incluida una investigación de la Cámara de Representantes con vistas a un juicio político sobre si el mandatario retuvo asistencia militar para apremiar al presidente de Ucrania a que investigara al exvicepresidente Joe Biden y a su hijo Hunter.

La persona que confirmó la investigación penal habló con The Associated Press a condición de guardar el anonimato porque no estaba autorizada a hacer declaraciones públicas sobre el asunto.

Se desconoce qué posibles delitos están siendo examinados, pero el nuevo carácter de la investigación confiere a los fiscales autoridad para emitir citaciones y quizá conformar un jurado investigador, obligar a testigos a comparecer y presentar cargos penales federales.

Previamente, para el Departamento de Justicia la revisión tenía carácter administrativo, y el secretario de Justicia William Barr nombró a John Durham, fiscal federal de Connecticut, para que encabece la investigación sobre los orígenes de la pesquisa del fiscal especial Robert Mueller en torno a la intromisión rusa en los comicios de 2016. Se desconoce cuándo fue que la revisión de Durham cambió a ser investigación penal.

Durham está examinando qué propició que Estados Unidos abriera una investigación de contrainteligencia sobre el equipo de campaña de Trump y los papeles que desempeñaron diversos países en esa pesquisa. Durham también indaga si los métodos de espionaje y de compilación de inteligencia utilizados durante la investigación fueron legales y adecuados.

La investigación de Mueller empañó la presidencia de Trump durante casi dos años e hizo enfurecer al presidente, que señaló que estaba motivada políticamente y la llamó “cacería de brujas”. Mueller señaló que el gobierno ruso se entrometió en los comicios de 2016, pero no encontró pruebas suficientes para determinar que existió una confabulación penal entre Rusia y el equipo de campaña de Trump. Mueller también indagó 10 posibles casos de obstrucción de la justicia y señaló que no podía exonerar al presidente.

The New York Times fue el primero en informar que la investigación de Durham se había convertido en una investigación penal.

El Departamento de Justicia ha dicho que Trump, a solicitud de Barr, efectuó en fecha reciente diversas llamadas a gobernantes extranjeros, entre ellos el primer ministro australiano Scott Morrison, para que ayuden al secretario de Justicia en la investigación de Durham.

Barr y Durham viajaron en agosto y septiembre a Italia, donde se entrevistaron con funcionarios de inteligencia locales en busca de información sobre las actividades de agentes del FBI asignados a ese país, dijo el miércoles el primer ministro italiano Giuseppe Conte.

La Casa Blanca no atendió de momento una solicitud de la AP para que hiciera declaraciones sobre el asunto.

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