Gobernador dice que golpeará en la boca al “bully”

La tensión entre Rosselló y Trump escaló el jueves.

La tensión entre el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, y el presidente Donald Trump, por la ayuda destinada a la isla tras el devastador huracán María escaló este jueves, al punto de que el mandatario puertorriqueño advirtió: "si el bully se acerca, le pegaré en la boca".

Las declaraciones de Rosselló tuvieron lugar en una entrevista con la cadena CNN, en la que el gobernador se refirió al conflicto generado por las quejas de Trump sobre los 91,000 millones de dólares que recibió Puerto Rico, que es territorio de EEUU, para su reconstrucción tras el paso del ciclón, en 2017.

Tras la entrevista en Washington, el periodista de CNN Jim Acosta señaló en Twitter que asistentes del gobernador le aseguraron que algunos funcionarios de la Casa Blanca se han quejado de que el Gobierno puertorriqueño insista en una reunión entre Trump y Rosselló para tratar el tema de la ayuda, una cita que el mandatario estadounidense ha rechazado.

La alcaldesa de San Juan, Carmen Cruz, una gran crítica de Trump, rechazó las expresiones de Rosselló, líder del gobernante Partido Nuevo Progresista (PNP).

"Ustedes se imaginan que yo hubiese dicho eso: los PNPs estarían reclamando que me llevaran presa y los federales ya me hubiesen llamado para interrogarme. El gobernador está desesperado porque sabe que la historia lo recordará como cobarde", expresó.

"El gobernador tuvo tiempo de sacar la cara por Puerto Rico: No lo hizo. Ahora se desespera", añadió Cruz.

Después de visitar Puerto Rico en 2017, Trump aseguró que el huracán María no era "una catástrofe real" como sí lo fue Katrina en 2005, y el año pasado negó que ese ciclón provocara casi 3,000 muertes, como indica un informe académico respaldado por las autoridades puertorriqueñas.

Además, Trump ha acusado públicamente a los políticos de la isla de utilizar los fondos destinados a la reconstrucción para solventar otros gastos relacionados con su multimillonaria deuda.

Puerto Rico es territorio estadounidense desde 1898 y se define como Estado Libre Asociado a ese país, con Constitución propia y con un importante grado de autonomía, aunque EEUU se reserva apartados como defensa, moneda, inmigración y aduanas, entre otros.

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