Familia hispana pierde contacto con pariente que cruzó frontera

El hombre de 27 años partió en julio de El Salvador acompañado de su esposa.

Una familia salvadoreña se encuentra desesperada porque ha perdido contacto con un familiar que cruzó la frontera con la ayuda de "coyotes". Ahora temen que esté incapacitado en algún hospital o tal vez en una morgue de Texas.

Familiares de Wilmer Alberto Arana Funes, de 27 años, dijeron a Telemundo 52 que el joven partió de El Salvador acompañado de su esposa el 18 de julio, y que "coyotes" los ayudaron a cruzar la frontera de México en Roma, Texas.

“Ahí estuvieron ellos del 18 al 27, como 10 días”, dijo Elva Rodas, cuñada de Funes.

Según Rodas, permanecieron casi incomunicados en una casa y durante el último tramo del viaje atravesaron el desierto para evitar una garita de inspección, pero Funes se enfermó gravemente, y desesperado se dirigió a los coyotes.

“Les pidió que lo dejaran [a Arana] ahí porque ya no podía seguir, pero ellos le dijeron que no lo iban a dejar ahí”, dijo la cuñada, quien agregó que el hombre se cayó varias veces y por eso estaba todo espinado.

El grupo logró llegar hasta unas bodegas en Hebbronville, cerca de Laredo, Texas, pero Arana no mejoró. “La respuesta del coyote en El Salvador fue que ahí dejaran morir a ese perro”, dijo Rodas.

La noticia llegó hasta oídos de la madre de Arana en El Salvador.

“Wilmer se puso mal, se lo llevaron al hospital, no sé qué está pasando. Dicen [los coyotes] que él se puso bien malo, que tenía convulsiones”, dijo Rosa Funes, madre de Wilmer.

Arana supuestamente fue llevado por los coyotes a un lugar desconocido donde lo abandonaron, pero aseguran haber llamado al 9-1-1.

“Que había llegado la ambulancia, y que ellos se habían escondido. Cuando llegó la ambulancia, supuestamente los paramédicos lo estabilizaron y se lo llevaron".

Pero familiares no saben si esa historia es cierta, ya que Arana simplemente desapareció.

Por temor a represalias, Rosibel, la esposa de Arana, prefirió no aparecer ante las cámaras pero contó a Telemundo 52 que los coyotes habían cobrado más de $20,000 para ponerla en libertad y que el 27 de julio fue la última vez que vio a su marido.

La esposa dijo que va a ser casi un mes que no saben nada de su marido. No saben “si está en algún hospital, en alguna morgue o en un centro de recuperación o de inmigración”.

La familia de Arana dijo que las autoridades les comentó que un alguacil había dicho que un cuerpo con características similares a su pariente desaparecido había sido llevado a la morgue.

“Aparte de nosotros, hay cinco familias más reclamando el cuerpo que creen es el de su familiar”, dijo un familiar.

La familia ha proporcionado ADN y huellas dactilares de Arana, y ha solicitado la ayuda del consulado salvadoreño en Texas, pero el médico forense informó que el proceso es lento y podría tardar hasta ocho meses.

El cónsul salvadoreño en Los Ángeles confirmó a Telemundo 52 que el proceso para identificar a un cuerpo en algunos estados puede durar hasta un año.

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