Militarización de la frontera con México genera divisiones

Algunos que viven allí dicen que evitará el flujo de indocumentados, otros que es innecesario.

El envío de militares a la frontera con México anunciado por el presidente de EEUU, Donald Trump, produce reacciones encontradas en los estados fronterizos: mientras algunos aplauden la medida, otros dicen que es un "gasto inútil e innecesario" que no frenará la inmigración indocumentada.

"Creo que es una buena idea, la presencia del Ejército servirá para frenar las actividades de los carteles, apoyo esta medida", dijo John Ladd, dueño del rancho San José, en la población fronteriza de Naco, en Arizona.

En la propiedad de Ladd estuvieron alojados en 2010 algunos de los 1,200 miembros de la Guardia Nacional desplegados por los estados fronterizos por decisión de la Administración Barack Obama.

"Cuando los soldados estuvieron aquí, disminuyó considerablemente el cruce de indocumentados por mi propiedad", aseguró Ladd, quien también apoya la construcción de un muro fronterizo.

Esta misma opinión la comparte el también ranchero Lorenzo Anzaldua, quien apoyó en 2014 la decisión del entonces gobernador de Texas, Rick Perry, de enviar a 1,000 soldados a territorio fronterizo.

La familia Anzaldua tiene tierras en Texas a una milla del Río Grande en Texas, zona que en los últimos años es el principal cruce de inmigrantes indocumentados, especialmente centroamericanos.

"Es un flujo constante de gente, nunca sabes qué puedes encontrarte cuando sales a recorrer tu misma propiedad", dijo.

Por el contrario, otro ranchero, Tony Sedwick, cuya familia es propietaria desde 1910 del rancho Santa Fe, cerca de la población fronteriza de Nogales, en Arizona, aseguró que en estos momentos el envío de tropas a la frontera es un "gasto inútil e innecesario"

Indicó que actualmente el flujo de inmigrantes indocumentados se encuentra en uno de sus puntos más bajos.

"La gente que está llegando al país de países centroamericanos está solicitando asilo político, por lo que ellos mismos se entregan a la Patrulla Fronteriza", dijo Sedwick.

En su opinión, esta es solamente otra "maniobra" política del presidente Trump para mantener contenta a la base conservadora del Partido Republicano y posiblemente será apoyada por los gobernadores de estados como Arizona y Texas, quienes son de su mismo partido.

Trump anunció este martes que mientras se construye el muro fronterizo con México, su principal promesa de campaña, planea el envío de tropas a la frontera, aunque no dio más detalles.

El anuncio lo hizo después de atacar por medio de Twitter al gobierno de México por una caravana de migrantes provenientes principalmente de Centroamérica que supuestamente llegarán hasta la frontera a solicitar asilo político.

La propuesta de Trump fue bien recibida por el Sindicato de la Patrulla Fronteriza. "Serán un par de ojos extras, cualquier ayuda es bienvenida", dijo a Efe Art Del Cueto, representante nacional del sindicato.

Indicó que cuando Obama envió a la Guardia Nacional hace ocho años trabajaron en conjunto.

En ese entonces, los soldados establecieron campamentos y puntos de observación cerca de la frontera y cuando detectaban a un grupo de indocumentados lo notificaban de inmediato a la Patrulla Fronteriza para que se encargara de detenerlos.

El congresista demócrata de Texas Joaquín Castro dijo en un comunicado de prensa que el envío de las tropas a la frontera convertirá a las comunidades fronterizas "en una zona militar".

"El presidente Trump debe dejar a la Patrulla Fronteriza hacer su trabajo y al Ejército enfocarse sus importantes tareas", dijo.

Otro que también expreso su oposición a la propuesta de Trump, fue el congresista demócrata por Arizona Raúl Grijalva, cuyo distrito cubre parte de la zona lindante con México.

"Este es el último capítulo del reinado de terror del presidente Trump enfocado en causar estragos entre los inmigrantes y los residentes de las comunidades fronterizas. Después de su fracaso para asegurar fondos para su 'gran y hermosa pared'", dijo Grijalva en unas declaraciones enviadas a Efe.

La Coalición de Comunidades Fronterizas del Suroeste (SBCC), que representa a organizaciones de los cuatro estados fronterizos (Texas, Arizona, Nuevo México y California), condeno el envío de tropas a la frontera y pidió al Congreso no caer en este "juego", el cual -aseguran- tendrá un alto costo para los contribuyentes y para la vida de las comunidades fronterizas.

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