Un hombre al ver a una mujer que deseaba teniendo relaciones sexuales con otro hombre, lo llevó a golpearla, violarla y estrangularla hasta provocarle la muerte, así dijeron los fiscales a miembros del jurado el 9 de abril.
Joshua Palmer acaba de empezar su juicio enfrentando cargos por asesinato en primer grado luego de supuestamente asesinar y violar Shauna Haynes, quien era su compañera de trabajo.
Haynes, de 21 años, fue encontrada sin vida el 6 de abril del 2016 adentro de una maleta cerca de unos botes de basura afuera de un edificio de apartamentos conocido como The Chadwick, ubicado en la calle A y la Séptima Avenida en el centro de San Diego.
El detective David Spitzer, quien ya se retiró del Departamento de Policía de San Diego (SDPD), fue el primero en abrir la maleta.
Spitzer explicó lo que vio.
“Abrí la maleta y podías ver a la mujer completa, estaba aplastada desde los pies hasta las manos, era una joven pequeña y es una maleta de mano, una que puedes poner en el compartimento de un avión, así que estaba lo más aplastada posible adentro de la maleta”.
Dos días después, Palmer fue arrestado en conexión con el asesinato de Haynes.
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Los fiscales describieron a la víctima como un amor platónico del acusado. Los dos trabajaban juntos en el restaurante Old Spaghetti Factory.
Sin embargo, el abogado de la defensa le dijo al jurado que Palmer estaba enamorado de la mujer y que ella planeaba vivir con el acusado.
“Este no es un caso en el que se tiene que decidir quién causó la muerte de Shauna Haynes. El problema en este caso son las circunstancias que rodean su muerte y el cuándo y cómo ocurrió la escena del acto sexual”, dijo Katie Belisle, abogada de Palmer.
La joven fue asesinada después de un incidente que ocurrió el 4 de abril del 2016, cuando ella, Palmer y otras dos personas se encontraban dentro del apartamento.
Palmer no pudo satisfacer sexualmente a una mujer que había llevado a su casa. Entonces, la mujer dejó a Palmer y se unió a un trío con Haynes y otro hombre que ella había traído a su casa, de acuerdo a los abogados.
Belisle le dijo al jurado que su cliente había sido humillado.
“Tenía el corazón roto”, dijo Belisle. “Todo lo que podía hacer era pararse ahí y observar lo que estaba pasando”.
Los miembros del jurado fueron advertidos de un video que se proyectaría con evidencias de necrofilia como parte del caso.
“Después de su muerte, [Palmer] se grabó a él mismo jugando con [Haynes] en una manera inimaginable con su celular”, dijo Martin Doyle, el asistente del fiscal del distrito, en su declaración inicial.
La defensa aceptó que el video podría ser muy fuerte y perturbador para los miembros del jurado pero dijo que había evidencia que sugiere que no hubo violación y que las relaciones sexuales fueron hechas bajo consentimiento.
Belisle dijo que los investigadores forenses encontraron otro ADN en el cuerpo de Haynes el cual no pertenece a ninguno de las personas que se encontraban en la habitación esa noche.
El jurado también tuvo la oportunidad de escuchar al mismo sospechoso. El día que el cuerpo de la joven fue descubierto, Palmer le llamó al 911 para reportar un reporte falso acerca de una persona desaparecida.
En la llamada, el sospechoso dijo que la última vez que vio a Haynes, a quien se refería como su novia, fue a las 12:30 a.m. y que ella era bipolar.
Palmer mandó mensajes desde el celular de la víctima a algunos miembros de su familia para hacerlos creer que ella seguía con vida, según las autoridades.
La oficina del Fiscal del Distrito del Condado de San Diego ha acusado a Palmer de asesinato y por asesinato durante una violación. También enfrenta cargos de asesinato con sodomía y asesinato durante una violación con un instrumento.
