“El Chapo” habría regateado cocaína a las FARC

Una llamada telefónica grabada en secreto reveló los negocios entre el cartel de Sinaloa y las fuerzas paramilitares.

NUEVA YORK – La reanudación del juicio contra Joaquín “El Chapo” Guzmán el jueves reveló presuntas negociaciones con los guerrilleros colombianos de las FARC, según una llamada telefónica grabada en secreto en la que el capo muestra sus habilidades para negociar la compra de cocaína.

En la grabación se escucha al ex líder del cartel de Sinaloa acordar el pago de dos de seis toneladas de cocaína a la vez que pide las otras cuatro a crédito.

El testigo de la fiscalía, Jorge Milton Cifuentes Villa, continuó su testimonio la mañana del jueves tras detallar su cercana relación con “El Chapo” y su rol en el supuesto pago de sobornos a miembros de las fuerzas armadas de Colombia y Ecuador.

Cifuentes, que se definió como uno de los proveedores de cocaína colombiana del narcotraficante, afirmó ante los 12 miembros del jurado que voló a la montaña donde se ocultaba “El Chapo” para celebrar su escape de la prisión de Puente Grande, Jalisco en 2001.

Cifuentes Villa, que es uno de los nueve hermanos de un clan colombiano relacionado con el tráfico de cocaína y las fuerzas paramilitares, testificó en la corte federal de Brooklyn que estuvo en México entre 1988 a 1998 y luego desde el año 2002 para asegurarse de que la droga trasladada desde Colombia llegara a las pistas clandestinas de aterrizaje en el país azteca.

El testigo declaró que también se encargó de abastecer de combustible a las aeronaves que arribaban con cocaína de Colombia y de asegurarse “de que los mexicanos no estuvieran borrachos” al recibir la carga.

En la llamada telefónica divulgada en la corte el jueves, la cual fue registrada secretamente entre “El Chapo” y un miembro de las guerrillas colombianas de las FARC, se puede escuchar al narcotraficante regateando el precio y solicitando un "técnico" para revisar la calidad de la cocaína y su envío antes de entregar un anticipo de $50,000.

“¿Usted tiene algún número de cuenta dónde depositarle ese dinero?, pero mientras necesito que me haga favor ustedes de atender un muchacho que cheque las cosas, porque hemos tenido muchos problemas”, se escucha decir al capo.

Los dos finalmente acuerdan una tasa de $100 por kilo para que el miembro de las FARC entregue la cocaína de Colombia a las fuerzas armadas en Guayaquil, Ecuador.

Los jurados escucharon como “El Chapo” discutía acerca del proceso de traslado de los envíos de cocaína de Colombia a Guayaquil, mientras exigía que su “técnico” -que sería su sobrino- revisara el próximo envío, debido a su insatisfacción por calidad de los cargamentos anteriores.

Cifuentes reveló que desembolsó sobornos millonarios a los oficiales del ejército ecuatoriano para que facilitaran y protegieran los envíos de cocaína al almacén en Ecuador.

El testigo de la fiscalía admitió que temía al temperamento agresivo de “El Chapo”. Según Cifuentes, el capo amenazó con asesinar su hermano Alex si algo saliera mal con el negocio con las FARC y con las fuerzas armadas de Ecuador.

Cifuentes dijo que el cartel de Sinaloa perdió 14 toneladas de cocaína en dos envíos, por lo que Cifuentes ofreció su propiedad como garantía para asegurar las cuatro toneladas de cocaína que su exjefe pidió a crédito.

El acuerdo finalmente fue cancelado, aunque Cifuentes nunca supo si “El Chapo” recibió las dos toneladas de cocaína que había acordado pagar en efectivo, explicó.

“El Chapo” tomó notas durante el testimonio de Cifuentes, incluso se le vio inclinándose para hablar con sus abogados.

La cinta, grabada en secreto por la DEA, probablemente se encuentre entre las pruebas más condenatorias y fundamentales de la fiscalía. 

La grabación fue posible gracias a que un ingeniero de "El Chapo" no renovó la licencia de la tecnología para proteger las llamadas del cartel. 

Cifuentes Villa reveló que creció pobre y vivió con su padre, quien se dedicaba al contrabando como conductor de camiones. Su familia era propietaria de una granja en la que se procesaban hojas de cocaína.

El testigo expresó que uno de sus primeros crímenes fue mentir sobre su edad para obtener una licencia de conducir, además de mantener un catálogo de identificaciones falsas.

Cifuentes habría usado esas identificaciones para llevar a cabo otros delitos.

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