Papa Francisco inicia visita a Paraguay

Papa Francisco inicia visita a Paraguay

ASUNCIÓN, Paraguay - El Papa Francisco inició el viernes una visita a Paraguay, en el último tramo de su gira por Sudamérica en la que ha convocado a realizar cambios sociales y económicos para proteger a los más necesitados y el medio ambiente.

El Pontífice aterrizó en el aeropuerto Silvio Pettirosi de Paraguay, un país donde el 90% de la población profesa la fe católica y un alto porcentaje vive en la pobreza. Fue recibido por el presidente Horacio Cartes y autoridades religiosas.

Bajo la lluvia, Francisco descendió sonriente del avión y saludó a la multitud que lo aguardaba. Un coro de niños, integrado en parte por menores de la etnia Mbya, uno de los 20 grupos indígenas que sobreviven en Paraguay en extrema pobreza, entonó el himno de Paraguay en idioma guaraní y el himno pontificio.

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Luego un coro más pequeño integrado por niños Mbya, de asentamientos de la ciudad de Luque; y niños Aché de la selva en el noreste del país, cantaron en tres idiomas la canción "Jesucristo para siempre": aché, guaraní y español. Una niña de la etnia Aché le entregó un ramo de flores al Papa.

Acompañado de Cartes, Francisco bendijo en el aeropuerto una placa que recuerda la visita a Paraguay del Papa Juan Pablo II en 1988. Sentados en la pista de aterrizaje, ambos asistieron a un baile típico realizado por un grupo de bailarines en honor al Pontífice.

Antes de retirarse, el Papa bendijo a los niños del coro que cantaron en la ceremonia, que lo abrazaron.

El Papa Francisco arribó a Paraguay, procedente de Bolivia. Antes estuvo en Ecuador.

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Miles de personas se congregaron en la terminal aérea para recibir al primer Papa latinoamericano, y la ciudad de Asunción, una capital que tiene avenidas con nombres como Santísima Trinidad y Santísimo Sacramento, lucía miles de banderas de Paraguay y el Vaticano, y carteles de bienvenida.

En su camino desde el aeropuerto hacia la Nunciatura Apostólica, donde se alojará en Paraguay, el Papa hizo una brevísima parada de cuatro minutos en la cárcel de mujeres El Buen Pastor, donde 50 reclusas que integran el coro del penal le cantaron una canción que le prepararon especialmente.

Durante su visita, que se prolongará durante tres días, el Papa se entrevistará con el presidente Cartes y tendrá encuentros con autoridades nacionales y eclesiásticas, así como con representantes diplomáticos.

Pero Francisco también dedicará su tiempo a atender a sus fieles más postergados. El Papa visitará un hospital pediátrico que atiende a niños con cáncer, escuchará los mensajes de organizaciones sociales y visitará el pobre barrio asunceño de Bañado Norte.

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La visita del Papa Francisco ha generado una enorme expectativa en un país donde el 24% de la población vive debajo de la línea de pobreza, el 14% no tiene empleo y donde 110,000 indígenas sobreviven en condiciones económicas y sociales paupérrimas.

El Papa ofrecerá dos misas multitudinarias en suelo paraguayo. El sábado lo hará en Caacupé, el principal bastión de la fe católica del país, donde cuenta la leyenda que la Virgen María le salvó la vida a un indígena guaraní cuando fue atacado por una tribu enemiga.

Y el domingo Francisco dará misa en Ñu Guasú, ("Campo Grande", en guaraní), un predio de la Fuerza Aérea Paraguaya en las afueras de Asunción. Para la ocasión, el artista plástico Koki Ruiz construyó un altar con 40,000 espigas de maíz, 200,000 cocos y 1,000 calabazas, un homenaje a los indígenas guaraníes que veneraban a la tierra por ofrecerles esos alimentos.

Se espera que más de un millón de fieles, paraguayos y de países vecinos, asistan a la misa de Ñu Guasú.

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Se trata de la segunda visita de un Papa a Paraguay, la primera desde que el país recuperó la democracia en 1989. Cuando Juan Pablo II llegó en 1988 mientras el país vivía bajo una dictadura militar encabezada por el presidente Alfredo Stroessner.

El Pontífice se despidió el viernes más temprano de Bolivia poco después de visitar a los reos de la prisión más violenta del país, a quienes pidió no caer en la desesperación y mantener la esperanza, aunque reconoció los problemas que deben enfrentar.

En una visita al penal de Palmasola, en las afueras de la ciudad de Santa Cruz, el Pontífice llamó a los internos a evitar los enfrentamientos entre ellos y a las autoridades carcelarias a no humillar a los reos y tratarlos con dignidad.

"El que está ante ustedes es un hombre perdonado, un hombre que fue y es salvado de sus muchos pecados. Yo también tengo mis errores y debo hacer penitencia. No tengo más para darles y ofrecerles que Jesucristo", dijo Francisco en la última jornada en Bolivia. 

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