Gabriela Contreras, oficial del Departamento Correccional de Arizona, quien filtró las controversiales imágenes de reos saliendo de sus celdas y atacando a guardias de seguridad en la prisión de Lewis el 29 de octubre del 2018, ahora asegura ser víctima de represalias por parte de sus jefes.
Desde que el video salió a la luz autoridades iniciaron una investigación. Sin embargo Contreras asegura que filtrar el video le costó una semana de sueldo y una promoción.