PHOENIX- La grandeza de los Suns radica en los impredecibles que son en los momentos claves del juego. En estos playoffs, la victoria pertenece a tercos como Chris Paul que con 36 años y 16 temporadas en la NBA decidieron no dejar de intentarlo sin importar nada, sin dar la vuelta ni arrepentimiento en busca de llegar a las finales.
Paul alcanzó su máximo rendimiento en el juego cuatro contra Denver al sumar 37 puntos, mientras que en el juego 6 ante Clippers anotó 41 para lograr su mejor desempeño en los recientes cinco juegos de estos playoffs. Además, fue el líder de los Suns en puntos y asistencias en las serie ante Denver con promedio 25.5 por juego, cinco rebotes y 10 asistencias.
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El novato del año en 2006 de la NBA llega a las finales por primera vez y lo hace en el mismo Staples Center equipo donde comenzó a ganarse el respeto de la liga durante sus seis campañas que estuvo con los Clippers.
Paul y los Suns encontraron una manera de sobrevivir a los Clippers que nunca dejaron de luchar, lo que le valió a Paul su primer viaje a las Finales de su carrera y la primera aparición de Phoenix en casi tres décadas.
Después de perderse los primeros dos juegos de la serie ante Clippers debido a los protocolos de salud y seguridad de la liga y luego luchar en los juegos 3 y 4, combinándose para anotar solo 11 de 41 en tiros de campo, encontró su juego el miércoles, terminando 16- de 24,, 7 de 8 de tiros de tres y ocho asistencias para lograr una de las mejores actuaciones de su carrera.