La camioneta se detuvo y de ella descendió un José Manuel Mireles sonriente, canoso y demacrado pero expresando su ánimo hacia el futuro.
"Ahorita quiero tener un diagnóstico definitivo de lo que tengo, porque la lucha debe de continuar", dijo Mireles, tras salir de la prisión.
Apenas eran los primeros minutos en libertad del fundador de las autodefensas en Tepalcatepec, Michoacán, luego de pasar casi tres años en la prisión del Rincón, en el estado de Nayarit.
Un juez le concedió la prisión preventiva a Mireles, pero a cambio deberá presentarse periódicamente a firmar en la prisión, no salir del país y no podrá acercarse ni comunicarse con ciertas personas.
Sin aclarar los nombres de con quien no debe de tener contacto, el Consejo de la Judicatura indicó a través de un comunicado que, además, el acusado cubrió para salir una multa de poco más de $1,500.
En Michoacán, su tierra natal, la alegría por su liberación fue evidente.
"Para mí sí fue injusto todo lo que lo dejaron, porque hay personas que han hecho males y a él no lo tomaron en cuenta", dice Salud Cisneros, habitante de Michoacán.
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Y alertaron al hombre que dejó su carrera de médico para iniciar un grupo de civiles armados que defendiera los intereses de su pueblo.
"Al gobierno no le convenía tenerlo suelto, que dijo vas para adentro y a los que deberían tenerlos dentro no están, andan a todo dar", dice Luis Zambrano, habitante de Michoacán.
Mientras, el doctor Mireles aseguró que no dejará la lucha, a pesar de que teme por su vida. Y, como parte de ello, publicará un libro en el que, asegura, contará muchas verdades incómodas.
