Su color sobresale entre los demás vehículos pero lo que más llama la atención son las letras grandes y blancas que dicen "dejen a los niños en paz, con mis hijos no se metan".
El mensaje muestra el sentir de un grupo de padres de familia inconformes con la manera en que el gobierno mexicano imparte la educación sexual.
"Le están enseñando cosas a los niños que no coinciden con los valores y principios que tenemos las familias mexicanas", dice Juan Dabdoub, del Consejo Mexicano de la Familia.
Dabdoub encabeza esta peculiar forma de protesta y explicó que ellos creen que la forma de enseñar esos temas en las escuelas crea menores promiscuos, aumenta los embarazos tempranos y los aleja de la moral y los sentimientos.
"Les dicen que ellos tienen derecho de relacionarse con quien quieran incluso con adultos", dice Dabdoub.
Los inconformes rechazaron la cartilla de derechos sexuales que las autoridades educativas repartieron entre los adolescentes y jóvenes, sobre todo la parte -dice el activista- que habla de la identidad sexual.
"Confundirlos de que ellos pueden tener el derecho a elegir el sexo que ellos quieran", afirma Carlos Tellez, de la Red Ministerios para la Familia, AC.
México
A su paso, el vehículo levanta reacciones de sorpresa y curiosidad, pero también de desacuerdo, dicen algunos como don Ángel, quien ve positivo que los maestros ayuden a los padres con estos temas.
"Si así llegan a preguntar a veces cosas que uno se queda así, como, ¡espérame!", admite Ángel López, padre de familia.
Al final los valores, asegura este hombre, no se aprenden en las aulas sino en los hogares.
Una vez que el autobús termine su recorrido por la Ciudad de México visitará varios estados de la república, e incluso los organizadores de la gira planean llevarlo más allá de la frontera.
Y es que quieren hacer escuchar su voz ante organismos internacionales y encontrar aliados para lograr su objetivo.
