Sessions: seguiré luchando contra ciudades “santuario”

El fiscal general amenazó a las urbes que no colaboren con negarles fondos federales.

El secretario de Justicia Jeff Sessions se comprometió el miércoles a seguir luchando contra las ciudades que se niegan a cooperar con las autoridades de inmigración hasta que los gobiernos locales sigan el ejemplo del condado Miami-Dade y den marcha atrás en sus políticas.

Sessions enfocó mucha de su frustración en Chicago, que la semana pasada demandó al gobierno del presidente Donald Trump por no otorgarle subvenciones federales a las ciudades que no comparten información con los funcionarios de inmigración. Otras cinco urbes y el estado de California han interpuesto demandas con respecto a la orden que exige poner fin a las políticas de las llamadas “ciudades santuario”.

“Este estado de anarquía permite que las pandillas contrabandeen armas de fuego, drogas, e incluso seres humanos, a través de las fronteras y en ciudades y las comunidades. Las jurisdicciones santuario proporcionan un puerto seguro para algunos de los delincuentes más peligrosos en nuestro país”, afirmó Sessions en el puerto de Miami.

El secretario elogió la decisión de Miami-Dade de cumplir con las políticas de Trump en materia de inmigración al ordenarle meses atrás a las autoridades del condado que mantengan a la gente en la cárcel por tiempo adicional si las autoridades de inmigración se los solicitan.

Carlos Gimenez, el alcalde del condado, revirtió una política de 2013 en la que se rechazaban dichas solicitudes a menos que el gobierno federal asumiera los costos extra de la cárcel. Al justificar su decisión, el alcalde republicano dijo que no quería correr el riesgo de perder el financiamiento federal.

Por su parte, Rahm Emanuel, el alcalde de Chicago, dijo que el gobierno de Trump está “equivocado moralmente, equivocado en los hechos y equivocado en las cuestiones legales” al emitir sus amenazas de retirarle el financiamiento a las “ciudades santuario”.

Sessions contrastó las estadísticas delictivas de Miami-Dade y las de Chicago, y acusó a la ciudad del centro-norte del país de no lograr resolver muchos de sus homicidios.

“El respeto al estado de derecho se ha desplomado. En Chicago, sus así llamadas políticas ‘santuario’ son un triste ejemplo”, afirmó.

Aunque Sessions consideró que Miami-Dade es un “buen” ejemplo de una ciudad que cumple, si se hace una comparación con las cifras de 2016, el departamento de policía del condado ha reportado un incremento del 3% en los delitos con violencia, incluidos 17% más homicidios entre enero y principios de agosto.

Eddie Johnson, jefe de la policía de Chicago, dijo en un comunicado que el número de balaceras ha disminuido este año en su ciudad.

“Los inmigrantes indocumentados no están generando la violencia en Chicago, y es por eso que deseo que nuestros agentes se enfoquen en las labores policiales en la comunidad y que no intenten ser la policía de inmigración”.

Gimenez, de Miami-Dade, también ha dicho que su fuerza policial no realizará la labor de los agentes de inmigración. El alcalde y el condado enfrentan una demanda de la Unión Americana de Libertades Civiles y de abogados locales que argumentan que retener a sospechosos más allá del cierre de un caso penal viola la Constitución.

El portavoz del condado Michael Hernandez dijo horas antes que el alcalde iba a aprovechar la oportunidad de conocer a Sessions para decirle que respalda demorar la deportación de los inmigrantes jóvenes que fueron traídos al país cuando eran niños. El programa que protege dicha demora, conocido como Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, está en riesgo, ya que un grupo de fiscales ha pedido al gobierno de Trump que lo elimine por etapas.

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