Anuncian recompensa en caso de bebé muerta

Anuncian recompensa en caso de bebé muerta

LOS ÁNGELES (California) - Autoridades anunciaron que darán una recompensa de $25,000, a quien de información que lleve al arresto del atacante que hirió a tres integrantes de una familia de California y se robó a una bebé de tres semanas de nacida, que posteriormente fue encontrada muerta en un depósito de basura cerca de la frontera con México.

Los investigadores carecen de pistas y de un móvil para el ataque efectuado el fin de semana en un vecindario densamente poblado, dijo Robert Luna, jefe de policía de Long Beach, en una conferencia de prensa efectuada durante la tarde.

"Alguien en alguna parte vio lo que ocurrió, y necesitamos que usted se presente con nosotros", afirmó Luna.

La Junta de Supervisores del Condado Los Ángeles, tiene pensado ofrecer una recompensa de 10,000 dólares por información que conduzca a un arresto y a una declaración de culpabilidad, señaló.

La bebé, de 10 libras de peso y de nombre Eliza Delacruz, fue hallada muerta el domingo en un depósito de basura detrás de un centro comercial al aire libre en Imperial Beach, a unas 120 millas al sur del vecindario de Long Beach donde su padre, madre y tío fueron baleados un día antes.

La madre y el tío seguían hospitalizados en estado crítico.

Un vagabundo descubrió el cadáver de la pequeña en la ciudad cerca de México, lo que deja entrever la posibilidad de que el agresor cruzara o pretendiera cruzar la frontera. Los dolientes erigieron un monumento conmemorativo improvisado formado por velas y flores frente a una pizzería en el centro comercial.

"Tomar a una niña preciosa de su casa, arrojarla en un vertedero como si fuera un trozo de basura, es algo que sólo una persona muy desalmada haría", afirmó Luna.

Foto: Eliza de la Cruz de tres semanas de edad

Detectives de Long Beach creen que la familia fue blanco del ataque por alguna razón, pero aún desconocen el móvil, dijo horas antes Marlene Arrona, portavoz de la policía. Sólo indicaron que buscan a un hombre de raza negra o hispano.

La residencia de la familia en Long Beach no mostró indicios de que hubieran forzado las cerraduras para ingresar, y ningún objeto fue robado, dijo el teniente Lloyd Cox, especializado en homicidios, al periódico Long Beach Press-Telegram.

"Creemos que este no es un acto al azar", señaló Cox. "Vamos a revisar los antecedentes de todos los individuos que viven aquí, pero parece ser muy personal".

Se desconoce dónde o cuándo murió la bebé antes de que se hallara su cadáver, indicó la oficina forense del condado San Diego. Aún no se efectúa la autopsia, y no se reveló la causa de muerte.

Aarón Cruz vive al lado de la casa de estuco de dos plantas de las víctimas en un vecindario de clase trabajadora. Indicó que el padre de la bebé es un técnico veterinario que trabaja seis días por semana y estaba encantado de ser papá a los 23 años.

Cruz, que se describió a sí mismo como el mejor amigo de su vecino, dijo que la familia solía organizar con frecuencia grandes parrilladas y fiestas en su jardín delantero desde que se mudaron al lugar hace algunos años.

Los padres de la bebé vivían allí con otro tío y los abuelos de la pequeña, pero no había nadie más presente cuando ocurrió el tiroteo, señaló Cruz.

"Él acababa de llegar del trabajo, y esto le ocurrió a él. Era un día normal para él", señaló. "Esto llegó de la nada".

Cruz recordó una gran fiesta de agasajo para la beba que la familia ofreció en noviembre.

"Era su primera y única hija", dijo Cruz, mientras reencendía velas que la brisa había apagado. "Le robaron su paternidad".

Algunos dolientes acudieron a la casa de la familia el lunes. Había luces navideñas sobre la terraza encima de una cinta amarilla de la policía, y la puerta estaba decorada con una corona.

Joseph Guerrero se detuvo con su esposa y su hijo de 4 años para dejar una vela y un globo. No conocía a las víctimas, pero se sintió conmovido por la muerte de la bebé.

"Tenemos tres niñas y nuestro hijo, y cuando estábamos eligiendo el globo, simplemente apreté la mano de mi hija mientras pensaba en lo que ellos están pasando", afirmó.

Una mujer que se identificó como la abuela de la bebé y la madre de los dos hermanos heridos también se detuvo en la casa, pero se alejó llorando sin ingresar.

Mientras tanto, la policía defendió su decisión de no emitir una Alerta Amber para la bebé porque carecen de una descripción del vehículo del sospechoso.

"Uno de los criterios para hacer eso es tener un número de placas. Ni siquiera tenemos eso", señaló Arrona.

Los investigadores le solicitaban a cualquiera que tuviera información al respecto que les llamara o enviara pistas a su línea telefónica anónima.

"Realmente necesitamos la ayuda del público", agregó Arrona.

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